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El tratamiento de aguas en cruceros es una parte fundamental de estos colosos del mar, porque detrás de las vacaciones soñadas esta un engranaje que hace real y seguro un viaje en barco; es momento de conocer un poco más acerca del funcionamiento de los cruceros.
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Habitamos un planeta que constituido un 71% por agua, y es por demás un eje fundamental del desarrollo y supervivencia de nuestra sociedad; los océanos y mares son proveedores de alimentos, dinamizadores de la economía y de conexión mundial.
Los cruceros al igual que las ciudades del mundo, son epicentro de múltiples actividades humanas, así mismo generan un volumen de residuos que obviamente han de ser tratados.
Las compañías de cruceros tienen un compromiso mayor de conservar y mejorar el hábitat marino sano y sostenible y la plena conciencia de al igual que cualquier actividad humana, provoca un impacto,
La industria de cruceros es plenamente consciente de que, al igual que cualquier actividad humana, provoca un impacto como fruto de su actividad.
Consecuentemente, las compañías trabajan para minimizar día a día esa huella medioambiental, es así que el tratamiento de aguas en cruceros es una de las acciones mas importante en esta tarea.
Directrices de conservación
La política pilar de todas las navieras la podemos concretar en el compromiso de depurar toda agua vertida hasta el punto de hacerla prácticamente potable antes de ser devuelta al mar.
La Asociación Internacional de Cruceros bajo las siglas ABC (Above and Beyond Compliance), instruye a las navieras a superar con creces los criterios de calidad que, en lo referente a vertidos, permite la organización marítima internacional.
La política internacional tiene una clara tendencia a proteger el medio ambiente y más en el ecosistema marítimo, dado que durante muchos años se ha esquilmado su fauna y envenenado sus aguas, esto es un compromiso y directriz que tienen interiorizados los cruceros, en sus operaciones.
Existen buques anti-contaminación dotados de diversos sistemas de recogidas de vertidos y basura (desinfectantes, dispersantes, barreras anticontaminación, bombas de succión, equipos de tratamiento de vertidos, etc).
Clasificación de las aguas de un crucero
Aguas Residuales
Se ha determinado que en promedio se gastan entre 180 y 230 litros de agua diarios por cada pasajero.
Actualmente la mayoría de los cruceros están equipados con mecanismos de aeración que llenan de aire el agua al salir de los grifos y duchas, haciendo que salga menos agua y logrando ahorrar miles de litros al día.
Toda esta cantidad de aguas residuales es procesada para su reutilización, entonces son enviadas al sistema de agua negras donde se dividen en dos categorías:
→ Aguas grises: Las provenientes de las lavanderías, duchas y cocinas.
→ Aguas negras: Las provenientes de los baños.
Las aguas residuales grises se mezclan con partes de las aguas negras y se envían a un biorreactor donde pasan por varios procesos.
Primeramente son filtrados todos los sólidos y se envía el agua a un tanque donde se agregan bacterias que se comen pequeñas partículas de desechos y limpian el agua, luego es sometida a sesiones de luz ultravioleta; pasando después a la etapa final donde es analizada por su contenido bacteriano y en caso de que se encuentren microrganismos dañinos es enviada a una limpieza extra con bacterias y luz ultravioleta.
Agua de sentinas
El agua de las sentinas es la generada por condensación en las máquinas de propulsión del barco y donde se acumula desprendimientos de aceite y otros contaminantes los cuales, de verterse en el mar, causarían un serio daño medioambiental.
En la industria de cruceros estas aguas son escrupulosamente almacenadas y sometidas a un tratamiento especial en puerto por parte de empresas especializadas que incluso logran reintroducir el fuel rescatado en la cadena de valor pudiendo ser comercializado.
Los lodos restantes, además, son tratados para ser totalmente inocuos. Ningún agua altamente contaminante es vertida al mar.
Agua de lastre
Para funcionar de forma segura y conveniente, los barcos realizan una operación conocida como “lastrado”, que ayuda a garantizar el ajuste, la estabilidad y la integridad estructural.
Llenar los tanques de lastre con agua de mar ayuda a estabilizar los barcos, lo que proporciona comodidad a los huéspedes y a la tripulación.
A medida que se descarga agua o se consume combustible, los barcos extraen agua de mar para favorecer la estabilización.
Durante esta operación, algunas especies logran “viajar” en barco y trasladarse a muchas partes del mundo, incluso a zonas donde no son autóctonas o invasoras.
El tratamiento del agua de lastre antes de su descarga elimina los organismos diminutos que pueden haberse capturado en el trayecto con el fin de salvaguardar los ecosistemas locales.
Acciones de tratamientos de aguas en cruceros
Conversión de agua salada a dulce
Los cruceros hacen uso del agua de mar con insumo principal de abastecimiento de agua potable, produciéndola con plantas de tratamiento de aguas sofisticadas, lo que reduce la necesidad de abastecimiento de agua dulce.
La ósmosis inversa (OI) produce agua dulce y técnica a partir de agua de mar con bombas de alta presión y sofisticados filtros de agua y componentes de tratamiento.
Los evaporadores producen agua dulce a partir de agua de mar con fuentes de calor como calderas de gases de escape, aceite o calor residual recuperado del sistema de enfriamiento de alta temperatura del motor principal.
Esto es muy importante en países donde la disponibilidad de agua dulce es limitada y lo mejor es reservarla para las comunidades locales.
Oficial Medioambiental
Todos los cruceros tienen dentro del equipo operativo una persona y equipos encargados de cuidar que todos los procesos que llevan a cabo en el barco sigan las más escrupulosas normas medioambientales con el fin de controlar, proteger, y mitigar los daños que el barco pudiera producir al medio ambiente.
Entre sus funciones están la de controlar el reciclaje del agua, el saneamiento de aguas residuales, la emisión de contaminantes, el reciclado del papel y plásticos, o calidad de gasoil o gas consumido en los motores.
Sistemas de tratamiento de aguas residuales
Los barcos de cruceros están equipados con sistemas avanzados de purificación de aguas residuales para el tratamiento de las aguas residuales a bordo.
Las aguas residuales pasan y se tratan a través de estos sistemas antes de ser descargadas, lo que genera efluentes que cumplen o exceden las regulaciones internacionales y muchas normas de las instalaciones de aguas residuales municipales.
Los barcos más nuevos están equipados con la tecnología AWP líder que cumple con las nuevas y estrictas normas del Báltico. Todas las aguas residuales de los barcos se someten a pruebas trimestrales realizadas por un tercero, y los oficiales ambientales también realizan pruebas semanales de la calidad del agua para aseguras el cumplimiento de todas las normas.
Por otra parte, los cruceros hoy en día incorporan sofisticados sistemas para tratar y filtrar antes del almacenamiento y entrega en puerto de la llamada agua de las sentinas
Desde filtros de última generación a los últimos reactores y membranas biológicas que, usando la última tecnología de depuración, no sólo devuelven al medio marítimo las ‘aguas grises’ con plenas garantías de salubridad, sino que además convierten en perfectamente consumibles para el viajero las aguas tomadas directamente del mar.
Concientización sobre el uso del agua
Desde hace tiempo existen además medidas de concienciación y sensibilización hacia el pasajero respecto al uso de las toallas en los camarotes y prevención sobre el derroche de agua.
el consumo de agua a bordo desde piscinas a duchas, pasando por inodoros y cocinas, en sus cruceros de última generación, se rige por claros criterios de plena autosuficiencia limitando la carga de agua en puerto a situaciones excepcionales.
Todas las piscinas, por ejemplo, son llenadas con agua de mar tratada, y todos los grifos de los barcos modernos llevan sistemas de control de gasto.
Lavadoras como las instaladas en los nuevos barcos de AIDA-Prima realizan sus ciclos de limpieza de prendas (uniformes, vestimentas, toallas) usando únicamente 2.5 litros de agua por kilo de ropa. ¡Una lavadora domestica consume hasta 10 litros!
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