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Vuelta al mundo. Capítulo 8.

20 de Septiembre

Hoy atrasamos otra hora. Una cada día que llevamos en el barco. Y esto se empieza a notar. A las 7 de la mañana estábamos despiertos. Y no porque hubiese sonado el despertador. Cada día nos despertamos antes.

Hay un restaurante en la planta 2, donde no había conseguido llegar a desayunar, y que le tenía ganas. Es un desayuno que se sirve en mesa bonita con carta. Como cierra a las 9, nunca llegué. Pero hoy va a ser el día. Ya que me he despertado, aprovecho la ocasión. Y no me ha decepcionado. Un desayuno de lujo.

Como mañana atrasamos otra hora más, creo que voy a abandonar el buffet y desayunar aquí con frecuencia. Un gustazo.

Foreros y cruceristas varios me habían amenazado tanto con la temperatura del barco. Tanto que deshice la maleta para meter chaquetas y camisetas de manga larga. Digo lo de amenazado, porque odio el aire acondicionado.

Pero la felicidad llegó a mi vida el primer día, cuando bajé a cenar con mi chaqueta y la traje en la mano. La temperatura en el barco es maravillosa. Ni frío ni calor.  El aire está muy bien regulado.

Solo el Bar Antares, donde disfrutamos de los conciertos de música lírica antes de la cena, parece un sitio gélido. Solo ese. No está mal.

Y en el camarote lo puedes regular tú, por lo que mis chaquetas lucen estupendas colgadas en el armario. Y yo las miro sonriente.

21 de Septiembre

Antonio ha cogido la rutina de subir al gimnasio después de desayunar, se ha hecho amigo de una bici maravillosa, con tele, radio y vistas al mar, mientras yo aprovecho para escribir este diario.

Después buscamos algo que nos apetezca hacer. Esta mañana, hemos estado en el teatro, en una reunión informativa sobre las excursiones del primer tramo de crucero. Es decir, hasta Los Ángeles.

Nosotros tenemos una idea muy aproximada de lo que queremos hacer, porque llevamos un año preparando el crucero. Antonio hizo un buen trabajo de campo buscando información y también cuadramos más menos un presupuesto.

 

Aun así, quedan algunos sitios sueltos donde no teníamos plan. Así que fuimos al teatro a buscar ideas sobre San Diego.

Como la temperatura se ha hecho muy agradable, vamos a probar a subir a las cubiertas 10 y 11, (donde se ven algunos sitios para fumar), para tomar el sol.

Al pasar nos damos cuenta que han abierto la piscina cubierta. Se ha retirado el gran techo transparente, y ahora todo está al aire libre. Se ve bien bonito este espacio, que ya era amplio de por sí y en el que ahora además, puedes ver en directo el cielo azul caribeño.

23 de Septiembre

Ayer no tenía ganas de escribir. Pasamos el día entre el estupendo desayuno del ponte 2, donde nos hemos aficionado a desayunar, el aperitivo y almuerzo del ponte 9 y haciendo pasillos por ahí.

El barco, afortunadamente, no se ha vuelto a mover y yo no he vuelto a marearme. O eso, o me he acostumbrado y no lo noto.

Compramos una excursión en San Diego.

El día estuvo bastante nublado. La nota del día, la puso el capitán, cuando anunció por megafonía que nos habíamos desviado tres grados del rumbo, para evitar a la Tormenta Tropical Ida.

Colocaron unas fotos satélite en el tablón donde puedes ver el mapa de trayectoria del barco y fue la sensación. Todo el mundo hablaba de la tormenta y quería ver las fotos.

Se esperaba una noche movida y dependiendo de su evolución, quizá un día malo hoy. Pero la evolución debió ser buena, porque hoy ha amanecido un día precioso y soleado.

Ya hemos pasado de la mitad de la travesía hasta Antigua. Retrasamos el reloj otra hora más, como cada día desde que llegamos. Cada vez amanece y anochece más pronto, pero nos adaptamos al horario con la tranquilidad de estar de vacaciones, unas laaaargas vacaciones.

Ayer fue el equinoccio de otoño. Hoy cruzaremos el Trópico de Cáncer a las 19:45 horas. Esto hace que hoy amanezca a las 05:29 y anochezca a las 17:33. Es decir, doce horas de día y doce de noche.

En el Diario di bordo están las explicaciones pertinentes, que leo con interés cada día. Aunque hay muchas cosas que no entiendo, siempre aprendo algo.

A las 11 hay una demostración de esculturas de frutas y verduras.

Me encantan esos muñequitos y formas florales que adornan mesas y buffets.

Esta noche está en el teatro el Trio Divina.  Mi favorito desde que embarcamos. Todas las noches en el bar Antares nos han deleitado con su música. Piano, violín y voz de ángel. Este trío hace arreglos a piezas de deliciosa música clásica. Llenan todos los pases que hacen, Al principio tenían solo uno y ahora tienen dos. Esta noche es la actuación del teatro.

Seguro que será un éxito para ellos y un gran placer para nosotros.

Victor: Biografía
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